Buscar este blog

viernes, 9 de julio de 2010

Capítulo V: Colocación de un puerto de titanio o catéter.

El Dr. Blajman me recomendó colocar bajo la piel un catéter, sugiriéndome un cirujano, Dr. Minisuti me dio el celular para contactarlo, pero antes él haría la derivación, pedí turno con ese Dr. y lo visite a la semana en una clínica del Sanatorio Santa Fe.
Justamente en el tiempo de esta consulta la clínica estaba siendo remodelada y pintada, en la sala de espera había una pila de inodoros, los pintores y albañiles tenían al parecer prohibido limpiar, el polvillo reinante no nos dejaba ni respirar. Los baños estaban clausurados, en fin, no quedaba más que soportar. Al hablar con la secretaría me informa que tengo 3 pacientes antes que yo, para lo que estaba acostumbrada eso no es nada, pasaron 3, 4, 5 pacientes y no me llamaban, me acerco a la secretaria y le pregunto si paso mi ficha, como siempre me contesta con cara de ofendida: Por supuesto!, también yo, como le voy a preguntar eso, si ella es muy competente!.
Pasaron 9 personas, quedamos solas en la sala Mar y yo, eran más de las 9 de la noche y sale el Dr. y llama fuertemente a un tal Etcheverría, por supuesto no había nadie y a mí ni siquiera me nombraba, me acerco y le digo si no tiene mi apellido porque soy la última paciente, me hace pasar, pero nunca le había dado mi ficha la imberbe ofendida.
EL Dr. Minisutti me receta el nombre del puerto que debo gestionar en Iapos y me aconseja que cuando tenga el aparatito le avise a su secretaria para programar la fecha de cirugía.
Debo reconocer que el procedimiento de Iapos esta vez fue realmente eficiente, a los tres días me hablo un proveedor muy amable para avisarme que él se encargaría de llevarle el elemento al Dr. Minisuti y que yo no tenía que preocuparme.
Acordada la fecha fui al sanatorio para pedir la habitación, si bien estaría un solo día prefiero pagar la diferencia para tener una habitación privada, de esa forma quien me acompaña puede descansar un poco.
Partimos hacia el sanatorio Santa Fe a la hora programada pero sorpresivamente me dicen que no hay habitaciones, compartidas o privadas, que la cirugía no puede llevarse a cabo. La sala de espera estaba congestionada con gente a la que le hacían retornar a sus casas, pero yo no estaba dispuesta a irme, lo ubico al cirujano y le planteo mi problema, ya llevaba demasiados días de demora, preocupado me dice que podemos hacer la cirugía en forma ambulatoria, sin internación que vuelva a las 15 hs. y él me opera.
Decidida a todo, regresé a la hora señalada, de la calle al quirófano directo, sin escalas, me acuestan y una anestesista me aplica la inyección que me semi duerme, pero escucho los chistes del médico, tengo la sensación que me operó a los tirones haciendo mucha fuerza. Al terminar me sienta y me dice que me voy a sentir un poco mareada, me sacan afuera del quirófano y me dejan en una sala un tiempo imposible de determinar, creo que por primera vez en mi vida siento lo que es estar drogada, en esas condiciones debí caminar hasta el auto y llegar a casa. Por supuesto que manejaba Mar, creo, porque mi inconsciencia era absoluta, a mi alrededor todo giraba sin parar. Por la noche me di cuenta que había sido un tanto bestial pedir que me operaran en cualquier condición, no se lo aconsejo a nadie.
La incisión para poner el puerto (es un reservorio de titanio con un catéter de silicona) es de unos 7 cms. debajo del hombro, demoró unos 8 días en cicatrizar, finalmente me saqué el hilo yo sola porque era como un hilo de pescar muy duro que tenía un lazo en cada extremo para de allí cortar y tirar. Según el cirujano puedo tenerlo 5 años y luego hay que quitarlo, cosa que no me agrada en absoluto, además requiere un service cada 30 días, para que no se tape hay que inyectarle heparina, un anticoagulante, si bien quisiera olvidarme que tengo este botón debajo de la piel debo recordar por 1800 días hacerle el service y luego pasar por la operación para extraerlo, no quiero pensar que se trata algo que está metido en una vena importante y tampoco imaginarme riesgos de hemorragias, por ejemplo. Me pasa que prefiero desconocer este tema para no generar respuestas hipocondríacas.
Como era de esperar, ya estaba lista para iniciar la quimioterapia, había quedado con el Dr. Blajman que debía avisarle ni bien estuviera colocado el catéter, intenté comunicarme con él, pero las secretarias me informaron que estaba en Alemania, casi me da un infarto, no podía creerlo. Cuando me parecía llegar a la meta esta se alejaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario