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viernes, 16 de julio de 2010

Capítulo XII: Cuestiones de peso

En todo este relato he omitido cualquier dato o información que tenga relación con un tema sumamente importante en mi vida, sin duda no es casual, el obviar el problema es producto de mi falta de aceptación, me refiero a que soy una mujer obesa, las consideraciones que hiciera la Dra. Dudero sobre que no podría hacerme rayos, no eran incorrectas, solo que por ser un tema sensible me dolió más la manera en que me o dijo. Así es que además de superar la QT debí luchar todo este tiempo para bajar de peso aceleradamente. Primero intenté por mi cuenta, suspendiendo las comidas que me gustan, dulces, etc. Pero cero actividad física, luego fui de Cristian Meier, un médico que es especialista en nutrición, me atendió muy amablemente, yo lo conocía de un tratamiento que había iniciado unos dos años antes, realmente lo aprecio, no sé si por lo gentil o por lo que dice Grace, Es un bomboncito!, que frivolidad no?. Lo cierto es que bajo su supervisión bajé kilos pero muy lentamente, hasta quedar en una meseta. Cristian además de su clínica privada es médico de Promoción de la Salud, organismo encargado de controlar las licencias médicas del personal de la Provincia, justamente cuando fui a justificar mis inasistencias lo encontré y tuvo la gentileza de hacerme pasar primera y atenderme personalmente, de esa forma se enteró de mi enfermedad, me dijo palabras de aliento y nos despedimos. Al salir me pareció ver las caras de las veintipico personas que estando antes que yo, no eran llamadas aún, me dio mucha vergüenza, pero si bien lo lamenté fue un caso claro de “tráfico de influencias”, caramba, ya que caí en eso podría usarlo para obtener ventajas de mayor relevancia no?
Sabiendo mi problema, a todas luces evidente por otra parte, Kiki, mi amiga, me comenta que me había inscripto en una charla del Dr. Lavenna, especialista de Bs. As., de una corriente opuesta con la que comulga Cristian, este Señor plantea solamente 4 comidas, eliminación total de harina, azúcares y alcohol, tratando a los obesos como adictos, de allí que plantea que no se le puede dar una líneas de coca a un cocainómano como premio. Es mucho más rígido en sus conceptos y cae bastante mal su elocuencia, pero creo que los gordos necesitamos ese rigor. Hace muchos años había presenciado una charla del Dr. Cormillon que me resultó un tanto mediático pero muy simpático. Ambos coincidían en que los hábitos de la sociedad moderna genera gordos, de todas las edades, lo más grave es que hay muchos niños obesitos. Mucha culpa tienen los avances tecnológicos, desde el lavarropas automático, la PC, las costumbres de Chatear, jugar, en la PC, en fin infinidad de tareas que invitan a estar horas sentados en lugar de caminar, pasear, jugar, quemando calorías.
Lo cierto es que Kiki me averiguo todo respecto del tratamiento de lnstituto Lavenna, incluso para que no le pusiera como excusa el costo se ofreció a prestarme el dinero para pagarlo, que es una cifra interesante por mes, casi 1000 pesos.
No sé si por necesidad o por ceder a la presión, concurrí para iniciarme en esta nueva experiencia, asistí religiosamente a las consultas con médica, nutricionista, Psicóloga, grupos terapéuticos, 3 veces por semana y gimnasia 2 veces por semana. En fin, es necesario estar convencida interiormente para tomar esta responsabilidad con la seriedad que se merece y en mi caso dejar de lado todas las obligaciones que puedan evitar que continúe con el tratamiento. Digamos que decidí pensar en mí primero y segundo y tercero, los demás …a embromarse…
En los grupos terapéuticos escuchamos testimonios (me hace recordar los devotos religiosos) de personas que tienen que perder 50, 40 o 5 kg. para llegar a un estado saludable, pareciera que es eficaz en el 100 por ciento de los casos, todos adelgazan rápidamente muchos kg. por mes, en promedio de 5 a 10 kg.. mensualmente, por supuesto que se debe cambiar la modalidad y cantidad de alimentos, sumado a realizar actividad física, no hay secretos en esto, es una ecuación matemática, para adelgazar debe ingresar al organismo menos combustible que la energía que se quema en el proceso de vivir. No hay milagros, aún cuando los gordos quisiéramos dormir y despertar delgados no existe esa opción, solo se logran los resultados en base a sacrificio, voluntad y perseverancia y para no recuperar lo perdido hay que mantener la conducta en el tiempo.
Desde el primer día de mayo puse todo mi empeño en este nuevo tratamiento, respeté las 4 comidas diarias, desayuno y merienda: café cortado con 4 fetas de queso de máquina, almuerzo: un caldo de verduras más verduras crudas o hervidas (una porción medida) más un filet de pollo grille o carne magra o pescado, más una fruta de postre, eliminé de mi vida las harinas y dulces, dado que soy adicta a ellos ha sido todo una revolución, además salgo a caminar diariamente a las costanera 40 minutos. Aún no veo gran descenso de peso, en 18 días solamente descendí 2,500 kg., de cualquier forma debo seguir en este camino, para favorecer mi estado físico desde todo punto de vista.
En una sesión de terapia de obesitos me encontré con una persona que aprecio mucho, quien fuera vicerectora del Verna en mis épocas de estudiante, me alegró que se acordara de mí, es muy agradable y tranquila. Al menos con ella puedo conversar de otros temas, no solamente sobre la obesidad y su tratamiento.
Las terapias de grupo se hacen muy interesantes, la Psicóloga que lleva adelante el grupo, Mariana, es muy competente y sabe conducir, el médico, Rubén, hace los aportes científicos desde lo fisiológico, el tema es dar pautas claras para que las personas no abandonen el tratamiento, la experiencia de cada uno sirve como estímulo, todos bajan de peso, hay quienes deben bajar 7 y otros 60 kg., si bien a todos nos cuesta, al parecer es aún más difícil el mantenerse una vez alcanzado el objetivo, para eso el Instituto propone sesiones especiales de mantenimiento dónde orientan y dan consejos para sostenerse, recién pasada esa etapa dan el alta, pero todos sabemos que se debe luchar toda la vida para mantener la conducta y no aumentar de peso.
Me impactó el caso de un señor de unos 65 años que debe bajar 70 kg. y lleva bajados 21, es insulino dependiente pero redujo la cantidad de insulina notablemente, al parecer se irá normalizando con el descenso. Es un muy buen ejemplo, es un hombre simple y sabio en sus apreciaciones.
Hay algunos casos cómicos, como una mujer que contó que para que su hijo de 5 años deje el chupete le propuso dejar ella también el cigarrillo, ambos pusieron sus objetos de adicción en una caja y en una oportunidad le propuso a su hijo tomar el chupete para poder satisfacer sus deseos de fumar. Increíble!. A partir de allí comentaba lo difícil que era para ella dejar de comer, al segundo día del tratamiento se comió 4 empanadas más un sándwich más la comida de la dieta. Yo pensaba que antes de pagar lo que sale el tratamiento debió pensar un poquito en que era lo que quería realmente, tan solo desde el punto de vista económico a mi me parece que debo poner un poco de entusiasmo en cumplir y no dejarse ganar por una porción de torta. Es una lucha pero como dicen … la única lucha que se pierde es la que se abandona.