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sábado, 3 de julio de 2010

Capitulo I: Detección del nódulo

En el mes de junio, estaba leyendo un tutorial en la PC, de lenguaje Java, sumamente aburrido, cuando me cruzo de brazos y con la mano izquierda me toco el pecho derecho, siento dolor al oprimirlo, comencé a tratar de detectar alguna anormalidad y pude palpar un nódulo, hacía unos días el perro de mi hijo, un efusivo Rottweiler de 60 kilos aproximadamente, me había saltado apoyando sus patas delanteras, a la altura de mi pecho, por lo que adjudiqué la inflamación al cariño desmedido de Remo. Debo aclarar que jamás hubiese querido tener este tipo de perro, pero una novia de mi hijo se lo obsequió como presente de cumpleaños, debo reconocer que cuando rompieron relaciones, me alegró el pensar que como venganza se llevaría el perro, pero para mi sorpresa no tuvo intención alguna al respecto y Remo lleva un record de destrucción inimaginable, ha masticado cosas como: un celular nuevo, escobas, escobillones, trapos de pisos, cepillos, descuelga a tirones ropa del tendal eligiendo nuestras prendas más queridas y costosas, no se salvan los toallones, zapatillas, baldes, broches, en fin todo objeto que quede a menos de 1,50 m de altura pasa a pertenecerle y por consiguiente, será destruido. De cualquier manera reconozco que así como extraño a la ex novia, aprendí a querer al demonio negro, siendo mi más fiel compañero, siento que exige afecto como un niño, pero devuelve devoción y ternura inimaginables, y cuando no le dedicamos unos minutitos al menos por día, inicia inexorablemente la destrucción cual Atila.
Continuando con el tema del nodulito, al otro día de detectarlo, decidí ir a consultar un médico ginecólogo, hablé con mi amiga Kiki, porque sabía que días atrás había visitado a una doctora que no da turnos, simplemente atendía por riguroso orden de llegada, yo conocía a esta Doctora por haberla consultado para hacerme controles, así es que partí a las 17 hs. al consultorio de Ana María Franciolina. Al examinarme notó el nódulo y como le expresé que sentía dolor me recomendó unos antiinflamatorios y una crema local para mejorar, no obstante me indicó hacer una mamografía y ecografía mamaria. Debo resaltar la actitud de esta doctora, su trato es muy amable y gentil, aún al tomar muestras para el bendito Papanicolau nos hace sentir tranquilas y confiadas.
El manejo de la medicina y de las obras sociales determina que cada paciente inicie por su cuenta la búsqueda de las instituciones que realizan cada estudio y que tengan convenio con la Obra Social, debiendo en cada caso solicitar turnos que varían de una a dos semanas. Gracias a San Google nos resulta menos complicada esta tarea, para buscar direcciones y teléfonos.
Una vez que tuve los resultados visité a la Dra. Franciolina nuevamente, por supuesto confirmó lo que pude leer en los informes, el tumor estaba clasificado como BI-RADS (Breast Imaging Data System, método para clasificar los hallazgos) categoría 4B, de 3 cms., 4 significa: anormalidad sospechosa, y b: riesgo intermedio de malignidad, (requiere correlación radio-patológica) lo que indicaba muy posiblemente una cirugía para extraerlo, me recomendó una lista de tres mastólogos para que seleccionara a cual quería acudir.
Elegí al Dr. Toso, tenía buenas referencias, era el ginecólogo de mi amiga Carmen, previa reserva de turno, partí con mis estudios a verlo. Personaje simpático y agradable, de muy buen trato, respetuoso y caballero, me informó que la cirugía si bien no era de extrema urgencia debía hacerse inexorablemente.
Estaba cumpliendo entre 10 y 12 horas de trabajo diariamente, fines de semana y feriados inclusive, debido al proceso eleccionario de la provincia, teníamos a cargo las tareas del escrutinio provisorio, sistema que lleva 6 o 7 meses de intenso trabajo para que ser usado durante unas 6 u 7 horas nada más. Como esta tarea terminaba el 5 de julio accedí a operarme el 7 de julio. Por supuesto que antes debía cumplimentar todos los estudios pre-quirúrgicos a saber: electrocardiograma, si sale medio mal, ecocardiograma y análisis de sangre. Parece tan simple, pero para cada uno el paciente debe recorrer institutos y consultorios sacando turnos. Como ser para el ecocardiograma me otorgaban turno cinco días después de la fecha de operación, aclarándome además que debía esperar 72 horas más para obtener el informe escrito, esto dicho con la mejor cara de intransigencia que puede poner una secretaria. Imposible insistir, me aclararon que no podían hacer nada y que además en ningún lugar de Santa Fe conseguiría turno con mayor premura. Luego de recorrer cuatro instituciones logré obtener los estudios solicitados, por suerte sin recurrir a otro país.
Hasta aquí estaba tan ocupada laboralmente que no me parecía bueno investigar nada respecto al tumor, confiaba en el médico y no quería llenarme la cabeza de preocupaciones e información hasta no saber el verdadero resultado, siempre he sospechado que tengo algo de hipocondríaca. Digamos que me amparaba en la ignorancia, luego descubriría que nunca es bueno ser ignorante y que si tenemos que someternos a una operación debemos saber que profesionales van a actuar e inclusive buscar referencias de ellos, participarían es esta oportunidad: cirujano, anestesista, anatomopatólogo y especialista en medicina nuclear.
Como dato anecdótico señalo que en este preciso mes de junio se produjo la pandemia de Gripe Porcina, luego denominada Gripe A (H1N1). Precisamente el 11 de junio de 2009 la OMS la clasificó como de nivel de alerta 6, es decir pandemia actualmente en curso, que involucra la aparición de brotes comunitarios (ocasionados localmente sin la presencia de una persona infectada proveniente de la región del brote inicial), por lo tanto sanatorios y clínicas estaban colapsados en lo que a atención al público se refiere. Ante un estornudo las personas corrían a hacer la consulta. Las salas de espera estaban abarrotadas con personas tosiendo, algunas pocas con barbijos, permanecer horas en esos ambientes desconozco si podría provocar la gripe, pero me hacía sentir pánico y deseos de salir de allí cuanto antes aumentando mi grado de ansiedad enormemente. Me encantaría tener aún hoy idea si esa gripe era realmente tan peligrosa para la sociedad o se trata de un vil comercio de los medios y empresas farmacéuticas. Me he preocupado de informarme y cada vez me confundo más. Hay quienes afirman que es una burla, un negociado para vender vacunas a los estados, en fin, tengo el presentimiento que nunca sabremos la verdad. Además yo había decidido operarme luego de las elecciones para la que tanto trabajamos diseñando el sistema y preparando el operativo, pues resultó que por esta misma gripe el gobierno decidió la suspensión del acto eleccionario, es decir que me perdí el acto final para el que había trabajado tan arduamente.
No sé si es importante para quienes leen esto, pero para mí sí lo es, detallar que además de mi trabajo como técnica en informática, tengo entre otras tareas, la de atender a mi madre de juveniles 92 años, casi más bien debería decir infantiles, porque está en la edad de las preguntas ¿Te vas a ir?, ¿Y porqué?, ¿A qué hora volvés?, ¿Y por qué? Estas preguntas las hace cada 60 segundos, hay que conseguir tener mucha paz interior para resistir sin tratar de poner la cabeza en una bolsita de nylon. Además convivo con mis dos hijos jóvenes y encantadores de 23 y 21 años, Mar y Mau, quienes si bien no toman mamadera ni usan pañales, por ser estudiantes universitarios actuales tienen derecho a recibir alimentos, vestimenta, vacaciones y recreación, muuuucha recreación, esto lo exige nuestra constitución, solo que los padres deberíamos tomar conciencia que estamos obligados para con ellos solamente hasta los 21 añitos, la prórroga la permitimos por buenudos y ellos la toman sin ningún remordimiento. También convivo, aún, con un esposo artista plástico, esto creo que tendrá connotaciones importantes que reflejaré más adelante. Además de encargarme de los quehaceres domésticos, que detesto, cocinar por ejemplo, hago las compras, pagos de impuestos y servicios, contrataciones de personal como plomero u otro, cumplo todas las tareas que requieren mantener una casa y dos autos, además de realizar todo trámite relacionado a la obra social. Por supuesto llegar al día de la cirugía desestresada sería un verdadero milagro.
Si bien tengo Obra Social, permanentemente surgen gastos que la misma no cubre, por ejemplo, adicionales de cirugía: $ 3.000, análisis del anatomopatólogo $ 570, compra de 30 bonos $ 90 y demás chucherías, todo genera gastos. Por suerte había ahorrado las horas extras de varios meses y podía afrontar estos gastos, como consuelo de tonta digo esto, en realidad hubiese deseado gastar ese dinero en un viaje al Caribe. Odié las frases con que mis amigas querías darme consuelo, como ser: dios aprieta pero no ahorca … no nos exige nada que no podamos cumplir … Pensá si encima de todo no tenías el dinero?., bla, bla, bla. Y yo pensaba “¿Y si no me hubiese pasado esto?.
Debo reconocer que la atención en el Sanatorio Santa Fe fue excelente, la cirugía a cargo del Dr. Toso puedo considerarla muy exitosa, por ahora. Según me explicara este buen doctor, había extraído el tumor completa y acabadamente, también el ganglio centinela. Según Wikipedia, (mi fuente favorita) “se define como ganglio centinela al primer ganglio de una cadena linfática que drena un territorio tisular determinado, de manera que, antes de proseguir su camino por la cadena, toda la linfa provinente de dicho territorio debe pasar primero por el ganglio centinela. Dicho concepto es de gran trascendencia en el campo de la oncología. De la misma manera que la linfa de un territorio determinado debe progresar escalonadamente por los ganglios de una cadena linfática, las células tumorales que pudieran desprenderse de este mismo territorio, cuando es neoplásico, deberán circular escalonadamente por los ganglios de la cadena, siendo el primero de ellos el centinela.
Así pues, se puede decir que el estatus del ganglio centinela, en cuanto a su invasión o no por células neoplásicas, puede traducir, con una elevada exactitud, el estatus del resto de la cadena”.
Es bueno reconocer los avances de la ciencia, hoy en día se realiza una previa tinción con un radiofármaco (99mTC). Este se inyecta antes de la operación, en mi caso incluso en un Sanatorio diferente al que me internaría para la cirugía, 3 horas antes fui al San Jerónimo, sector de Medicina Nuclear (ya el nombre mete miedo no?) y allí me inyectaron en la mama 3 dosis del tinte azul, que es captado por los canales linfáticos y permite una identificación visual y precisa del ganglio centinela.
Esta operatoria evita que sean extraídos todos los ganglios de la axila que para algo la naturaleza nos dio, se entiende?. Años atrás por las dudas los cirujanos barrían con todo los ganglios posibles, provocando a las pacientes inflamaciones severas en el brazo afectado en el futuro.
Siempre digo que la naturaleza es sabia, pero también creo firmemente que conmigo está en deuda, porque todas y cada una de las partes de mi cuerpo son, externamente, de las más feuchas que había en los reservorios de manos, cabeza, ojos, nariz, pies, boca, mentón, brazos, piernas, etc.
Durante mi cirugía y para que Mar que me acompañaría y yo en el post operatorio estuviéramos cómodas, tomé una habitación privada pagando la diferencia, es un poco más caro que las habitaciones de un hotel 5 estrellas, como pensaba estar dos o tres días nada más, me pareció que valía la pena la inversión.
Luego me enteré que mientras estaba en cirugía Mar estaba sola aguardando, muy preocupada, por suerte llegó mi amiga Susana para hacerle compañía, también mi cuñada, lo increíble fue que mi esposo no había entendido que me hacían la intervención ese día, podría deducir que hablamos idiomas diferentes y por lo que no nos entendemos, pero en realidad sucede que cuando yo le hablo él está en mentalmente en otro planeta y me pone cara de ostra, y mi criterio es que escuchar no es lo mismo que atender.
Pasado el susto de la operación y eliminadas las dos botellitas (drenajes) que colgaban de mi cuerpo pude partir hacia mi casa, como recuerdo me llevé un concierto de toses, que provocaban contracciones en la zona toráxica, precisamente donde tenía dos costuras tipo matambre de más de 20 puntos una de ellas, con el consiguiente dolor ante cada ataque de tos. A cada momento pensaba que había hecho o dejado de hacer para merecer tanto castigo. Ojo no hablo de castigo divino, no es justo que en las malas sea creyente y en las buenas no.
Durante unas semanas mi querida hija, por suerte estudiante de medicina (en ese momento de 4to. año) me desinfectaba las heridas debiendo introducir en la herida mayor una pinza para evitar que se cerrara de afuera hacia adentro, lo que hubiese implicado tener que abrir (otra cirugía) para drenar los líquidos que se generaran. Cosa más desagradable no me podía imaginar.
El Dr. Toso fue muy considerado y atento, me dio su número de celular para recurrir a él ante cualquier problema, cosa nada común y digno de resaltar.
Al cuarto día de operada tuve fiebre, era un día sábado, me asustó como para llamar al Dr. Toso que me dijo que era producida por el cuadro bronquial, no por la operación, me receto paracetamol y tranquilidad.
Al mes puedo decir que el matambre cerró apropiadamente. Ante mi pregunta de porque usaban una costura tan poco estética la respuesta fue: “cuando se trata de cáncer, solo interesa sacar todo sin importar lo estético”. Fue tan contundente que no pude agregar comentario alguno, de paso asumía dolorosamente la maldita palabra vinculándola a mi persona.